
Taller de bisuteria artesanal
Lino, algodón y cuero: naturales y ecológicos
Inscritas en la tendencia de lo 100% natural, el lino, el algodón, comoo fibras de origen vegetal, y el cuero, como fibra de origen animal, se erigen como los materiales de montaje más usados de estos tiempos.
El Lino, también llamado el "tejido noble o sincero", pues no escode su origen humilde, es un material sin pretensiones, muy apreciado por su aspecto irregular. Se trata de un soporte fresco e higiénico, ideal para pieles sensibles, ya que no es irritante ni produce alergias.
El Algodón, de uso muy extendido, especialmente si es orgánico, se caracteriza por su flexibilidad y resistencia para anudados y tirones. Las nuevas tecnologías hacen posible que el algodón disponible en el mercado sea más estable, lo que evita su distensión o encogimiento exagerado en contacto con el agua.
Tanto el algodón como el lino son perfectamente combinables con abalorios de cristal y metal, abriendo un mundo de posibilidades creativas gracias a la amplia gama de colores disponibles en la actualidad. En cuanto a sus cuidados, de ser posible se debe evitar sumergir cualquier pieza confeccionada con lino o algodón directamente en el agua y si esto ocurre no secarse directamente al sol, ya que esto afecta la intensidad de los colores.
El Cuero reina entre las fibras naturales de origen animal. Ha sido usado históricamente, desde la prehistoria, para la confección de ropa y calzado. La amplia variedad de cordones de cuero, redondos, planos, trenzados, de media caña o regaliz, comercializado en diversas medidas y colores, hace de este el producto estrella de la temporada para dar forma a las creaciones de bisuteria.
Dado que se trata de un material muy permeable, debe evitarse el contacto del cuero con el agua de mar o clorada, ya que puede causar alteraciones en el color y posibles deformaciones. Si por cualquier motivo una pieza de bisuteria elaborada con cuero se mojase en una piscina o enn el mar, debe enjuagarse con agua dulce y secarse con una toalla.
Como la piel humana, el cuero debe mantenerse hidratado para conservarse en buen estado, nutrido y flexible. Aplicar una crema hidratante, sin perfume ni colorantes, o grasa de caballo cada quince dias lo mantendrá nuevo por mucho tiempo.